La gastronomía de la comarca de Els Ports es rica en variedad: podemos encontrar muchas opciones de cuchara, como por ejemplo sopas, gachas, ollas…; todo tipo de carne de ganadería extensiva; verduras del huerto; infinidad de conservas; setas; quesos… Todos estos alimentos, elaborados de varias maneras, forman parte de la base de la cultura culinaria portenca, que llega a la cúspide de la pirámide con un producto exclusivo que solo se encuentra en pocos lugares del mundo: la trufa.
Trufa
En Els Ports, este hongo abunda en su variante más oscura, conocida como la Tuber Melanosporum, durante los primeros meses del año, acompañando todo tipo de platos, carnes, quesos e, incluso, en algún postre.
La trufa se puede recoger desde noviembre hasta muy avanzado febrero. De enero a marzo se convierte en la estrella de las jornadas gastronómicas más importantes celebradas en la comarca, durante las cuales muchos restaurantes ofrecen menús protagonizados por este diamante negro, cocineros de renombre realizan showcookings, se llevan a cabo degustaciones de productos para poner en valor el uso de este ingrediente y, incluso, se celebra el festival gastro-literario “Morella negra como la trufa” que combina el género literario de la novela negra con degustaciones de pinchos de trufa y catas de vinos. Durante estas semanas, el aroma y gusto de la trufa invade las calles y restaurantes de los pueblos de la comarca.
«Morella negra com la trufa»
¡Pero la Tuber Melanosporum no es la única variedad que se puede encontrar en Els Ports! Durante los meses más calurosos llega la Tuber Aestivium, la trufa de verano que, a pesar de no ser tan valorada como su homónima negra, también aporta un notable aroma y un agradable sabor a todos los platos donde se añade.
Cada vez son más las plantaciones de encinas truferas que pueden encontrarse en Els Ports, debido a las características adecuadas de la tierra y el clima por este tipo de cultivo. Las trufas crecen subterráneamente cerca de las raíces de estos árboles, pero sin llegar a tocarlas, unida por un micelio imperceptible. La relación entre árbol y trufa es una simbiosis, están asociados entre sí. El hongo se encuentra a unos 20 centímetros de profundidad: es un producto tan arraigado en la tierra que, para extraerlo, se requiere el buen olfato de un perro entrenado especialmente para ejecutar esta tarea. Sin ellos, resulta imposible encontrar la trufa en su momento óptimo de maduración.
Recolectar trufas resulta toda una experiencia muy divertida para hacer en familia, y que se puede vivir en Els Ports gracias a determinadas empresas agroturísticas especializadas en este cultivo. ¡Pero hay que estar atento! ¡Si no se es rápido, es posible que el acompañante canino se la coma antes de llegar! Cuando los perros detectan el aroma inconfundible de la trufa marcan el lugar donde está, empiezan a escarbar con las patas y entonces el buscador se encarga de hacer la extracción final antes de que el perro llegue a comerla.
Las trufas no solo despiertan el olfato de los canes. Los jabalíes son los principales enemigos de los buscadores de trufa. De hecho, es muy frecuente ver las truferas ya excavadas por los jabalíes que han llegado antes.
Encuentra el tesoro en tu plato
Un poco de trufa es suficiente para aromatizar y dar un toque más que especial a cualquier plato. Es habitual encontrarla en láminas o bien rallada por encima del plato, para dar gusto y aroma a toda clase de recetas. Suele añadirse en el último momento, dado que prácticamente no requiere cocción.
Se trata de uno de los alimentos más cotizados del mundo, es por eso que también se la conoce como el oro negro. Su aroma y gusto son únicos y despiertan grandes pasiones en cualquiera que la pruebe. Además de ser un hongo exquisito, la trufa aporta una gran cantidad de propiedades y beneficios para la salud: resulta buena para la piel, es antioxidante y favorece el sistema circulatorio, entre otros.
Trufa
Desde la década de los sesenta la trufa de Els Ports es muy apreciada en toda España y, especialmente en Francia, donde va buena parte de la producción. En función de los años y la calidad puede llegar a pagarse a más de 500 euros el kilo. En los pueblos de la comarca, y cuando es temporada, hay mercados habituales en Morella y Vilafranca. Las trufas crecen en los encinares naturales, pero cada vez más se están extendiendo campos sembrados con carrascas micorrizadas con trufas. De este modo la producción silvestre se ve complementada con los cultivos.
Este hongo es para Els Ports un producto de temporada y de proximidad y, debido a buenas características del terreno donde nace, de una calidad extraordinaria. La comarca de Els Ports es con Teruel y Soria uno de los territorios con mejores características para la producción trufera. El suelo calcáreo hace que aquí encuentre un lugar privilegiado para su desarrollo. La trufa se suma a la gastronomía comarcal, basada en la tradición de los campos, los cultivos, las ganaderías… seleccionando una materia prima excelente y una cocina que se ha transmitido de generación en generación, manteniendo el sello de máxima calidad.
Trufa
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