Vallibona es una población situada en el valle del Cervol, un entorno idílico en el que el visitante podrá saborear auténticas pinceladas medievales, descubrir rincones con encanto, respirar la fragancia de los bosques y descansar con el sonido relajante de la naturaleza que lo envuelve.
Además de todos estos encantos, uno de los elementos más genuinos del pequeño municipio es su gran riqueza patrimonial, entre la que destaca la Iglesia de la Asunción interesante edificio declarado Bien de Interés Cultural y su campanario mudéjar, en su origen una de las torres de defensa de la población cuando estuvo amurallada.
El modesto exterior del templo contrasta con el importante secreto que a lo largo de los siglos ha escondido su techumbre y que ha sido descubierto recientemente, siendo objeto de una intensa restauración que ahora ve la luz con la apertura de un Centro de Interpretación.
La riqueza de la techumbre policromada de la Iglesia tiene su origen en el siglo XV, el el cual se celebraron, entre 1411 y 1414, algunas de las reuniones entre el rey Fernando, el papa Benedicto XIII y el Santo Vicente Ferrer para intentar resolver el conocido como Cisma de Occidente. Probablemente a raíz de estos acontecimientos y con la pertenencia de Vallibona a la ciudad de Morella, se propició dicha riqueza artística que atesora el templo parroquial, que destaca por sus arcos diafragmáticos, en los que se sustenta la techumbre medieval de madera ricamente policromada con escudos nobiliarios, escenas cortesanas, representaciones bíblicas, animales antropomórficos, flores, grafías, etc. Todo ello configura un artesonado que ha sido considerado como uno de los más relevantes de España y aún de Europa.
En el Centro de Interpretación, situado en la Capilla de la Comunión, se exponen algunos de los valiosos materiales restaurados, con información y un audiovisual. Próximamente se podrá visitar la techumbre.
(Fotos: José Manuel Serret Jovaní)
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